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Crisis multidimensional del Turismo

El Turismo es uno de los sectores productivos más afectado por el COVID19. A futuro lidiará con nuevas dinámicas de consumo basadas en la incertidumbre y la austeridad.

Por: Ana Estela Martín*

«Esto no es una crisis. Esto es otra cosa. Esto es una tragedia» (Ferran Adrià. El Bulli Foundation. 2021).

Existe un amplio consenso de opinión respecto que una de las actividades económicas más afectada por la crisis sanitaria es la actividad generada por los Viajes y el Turismo.

Paradójicamente, es la misma crisis la que, desgraciadamente, ha sido exitosa en evidenciar la dimensión e importancia que el turismo tiene en la economía de muchísimos países y destinos turísticos.  Actividad turística que, por otra parte, es siempre mencionada por sus aportes a la balanza de pagos, a la redistribución de la renta interna, a la generación de empleo, a la mejora de la calidad de vida de las comunidades receptoras, entre otras, pero no siempre reconocida a la hora de la formulación de políticas públicas y asignación de prioridades y recursos por parte de las administraciones públicas.

Una reciente publicación de la Organización Mundial de Turismo, denominado  2020 A year in Review (OMT,2021),  evidencia la velocidad con que se desarrolló la pandemia, el terrible impacto que produjo en la totalidad de los destinos turísticos mundiales, al tiempo que plantea  una expectativa de recuperación de  los niveles de actividad pre-pandemia recién a partir de 2023.

En el corto lapso de un año, se ha producido un cambio radical en todos los aspectos que conciernen a la cadena de valor del turismo; gobiernos, destinos turísticos, empresas y prestadores de servicios turísticos, compañías de transportes aéreas y terrestres, empresas del segmento de la industria de las reuniones han sufrido lo que Ferran Adriá califica de “tragedia”.  

En medio de la tormenta que no amaina, todo el sector intenta evaluar daños, reformularse, capacitarse, adaptarse pero fundamentalmente trata de definir escenarios futuros.

Fuente: Organización Mundial del Turismo-OMT, Enero, 2021.

Para comprender la gravedad de la situación, vale recordar que se consideraron graves las caídas de arribos mundiales registradas en 2003, producto del SARS, -0.4% y en 2009, producto de la crisis económica global, -4.0%.

Las cifras sobre impacto en el empleo, estiman que entre 100 y 120 millones de puestos de trabajo turísticos directos están en riesgo.

Turismo internacional e interno. Situación del Argentina

La percepción de la crítica situación del sector de los viajes y el turismo se corrobora a través de los datos que publican organismos públicos y entidades gremiales empresarias. A finales de enero 2021 se conoció el dato del Estimador Mensual de Actividad Económica de noviembre pasado publicado por el INDEC, el cual confirma que hasta finales del 2020 la recuperación económica se habría mantenido y que,   en la comparación interanual,  la economía argentina continúa en un nivel casi 4% por debajo de noviembre 2019. En tanto algunos sectores como la industria y el comercio ya lograron registrar variaciones interanuales positivas (esto es  que han alcanzado niveles de actividad de pre-pandemia),  la Hotelería y la Gastronomía siguen registrando caídas superiores al 50%, en lo que constituye la peor crisis de su historia; a esto que se suma el Transporte y las Comunicaciones con una caída interanual de -18,2%. ( INDEC – Estimador

Mensual de Actividad Económica-Noviembre 2020-Cuentas Nacionales Vol. 5, n°2)

En cuanto al empleo directo e indirecto generados por el turismo, de los 1,1 millones de empleos existentes en 2019, los datos que emergen tanto de las mediciones oficiales del Ministerio de Trabajo Empelo y Seguridad Social (SIPA, 2021)  como de las entidades empresarias, principalmente la hotelería y gastronomía, evidencian un proceso de destrucción de empleo desde el inicio de la pandemia; sólo en este último se registra la pérdida interanual de 45.000 empleos directos registrados. El creciente número de empresas de viajes y turismo, hoteles y establecimientos gastronómicos, empresas organizadoras de reuniones y eventos que enfrentan el cierre de actividades, no ofrece un panorama alentador respecto de la recuperación del empleo en el corto plazo.

Las restricciones a la circulación de las personas en todo el país con el objetivo de reducir la exposición al contagio de COVID-19 en el marco de la emergencia sanitaria que se establecieron a partir de marzo de 2020, muchas de ellas aún vigentes, ha generado una drástica caída del tráfico turístico, tanto internacional como nacional.

Los arribos de visitantes internacionales por vía aérea, fluvial, marítima, terrestre, en el período enero-octubre 2020, cayeron un -65%; respecto de los arribos de turistas por vía aérea la cifra para igual período es de -73,1 en todos los aeropuertos internacionales.

En lo referente al Turismo Interno, la situación de los primeros 10 meses del año 2020 refleja una caída del – 52% de los turistas, no obstante que a partir de marzo 2020 la caída de los arribos llegó a registrar un -89%.

La temporada de verano 2020-2021

Las expectativas puestas respecto del comportamiento de la temporada estival 2020-2021 están arrojando, hasta el momento, resultados dispares, para los diferentes destinos;  De acuerdo a  un relevamiento realizado por la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT, Enero 2021)  la ocupación hotelera promedio a nivel nacional es del 26% en lo que va de la temporada.

De acuerdo lo informan los establecimientos que integran esta Asociación, la ocupación turística en diciembre a nivel nacional fue levemente superior al 20%. En enero, se acerca a un 32%, y las expectativas para febrero no son favorables, volviendo a los niveles de diciembre e incluso, con una tendencia a la baja. Según expresa este informe “el reflejo de la estrepitosa caída en la temporada 2021 se ve en contraste con los números del verano pasado: En diciembre y enero 2020, la Provincia de Buenos Aires fue la región que registró el mayor porcentaje de ocupación: 76,0% promedio, con un pico de 88.4% en enero. En 2021, los porcentajes caen al 44 y 49% respectivamente.”

Fuente : Asociación Hoteles de Turismo de la República. Argentina(AHT).Enero 2021

De frente al futuro

Entre las muchas palabras que han pasado a ser de uso cotidiano a partir de la declaración de la pandemia, “resiliencia” es frecuentemente mencionada. La resiliencia del sector ha sido la única opción durante 2020; este camino de aceptación-adaptación le ha permitido al sector turismo en el muy corto plazo generar todos los protocolos necesarios para brindar servicios acordes a las condiciones sanitarias y de calidad que hoy exige el mercado.

Elaborados en conjunto por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, el Instituto de Calidad Turística (ICTA), y las entidades miembro de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), desde mediados de junio 2020 comenzaron a ser implementados, capacitando a los prestadores de servicios turísticos para su aplicación.

Las pautas contenidas en los 14 protocolos que siguen las recomendaciones establecidas por el Ministerio de Salud de la Nación, ofrecen diversas medidas y acciones específicas para hacer frente a la situación actual y ayudar a la recuperación del sector.  Abarcan diversos rubros de la actividad: alojamientos turísticos, establecimientos gastronómicos, agencias de viajes y turismo, prestadores turísticos, centros de esquí, guías de turismo, enoturismo, turismo rural y turismo de reuniones.

La oferta está lista, y la demanda?

La Organización Mundial del Turismo estima un período entre dos y cuatro años, esto es 2023 -2024,  para que los arribos de turismo internacional recuperen los valores del año 2019. Entienden que los principales factores que pesan sobre la potencial recuperación son las restricciones a los viajes, la lenta contención del virus, lenta recuperación de confianza de los consumidores, ambiente económico general, falta de respuestas coordinadas entre países, y lenta reanudación de vuelos.

Los interrogantes a resolver son ¿cómo los destinos turísticos lograrán recuperar la confianza de los visitantes? , ¿qué ha cambiado en sus hábitos de consumo de la demanda?  y si ¿estos cambios son temporales o de largo plazo?

Algunas de las nuevas tendencias detectadas pueden constituir una guía de acción para la gestión de destinos y productos turísticos.

Vacaciones más cerca de casa.  El turismo interno ha mostrado signos más rápidos de recupero en muchos mercados ya que la gente tiende a viajar cerca.

Escapadas Cortas.  Naturaleza, Turismo Rural surgen como opciones de viaje debido la búsqueda de actividades y experiencias al  aire libre y a limitaciones sanitarias. 

Reservas de última hora. La volatilidad de la pandemia ha aumentado la realización de reservas de último momento.

Viajeros más jóvenes. Cambio demográfico. La recuperación de viajeros ha sido más fuerte entre segmentos más jóvenes. Viajeros de edad madura y los adultos mayores serán los segmentos etarios más afectados.

Turistas más responsables comprometidos con la sostenibilidad. Los viajeros están dando más importancia a crear un impacto positivo en comunidades locales, aumentando la búsqueda de autenticidad.

Medidas de salud y seguridad y las políticas de cancelación. La seguridad sobre las medidas de salud aplicadas en los destinos turísticos y claras políticas de cancelación de contrataciones son una de las principales preocupaciones de los consumidores. La inmunidad como valor agregado. La rapidez de ejecución de los planes vacunación en países y regiones puede favorecer la elección de destinos turísticos en aquellos con mayor cobertura de la población y de los trabajadores del turismo.

Un mercado con expectativas

El año que inició es percibido como una incógnita. En materia de consumo, lo vivido hasta ahora nos ha enseñado que lo que damos por cierto y sentado hoy, puede presentar variantes inciertas en el corto plazo.  ¿Habrá una segunda ola o no? ¿El proceso de vacunación será rápido o lento? ¿Tendremos una inflación superior a la del año pasado, como prevén los economistas, o no?

Ante la incertidumbre, se imponen la sensatez y la cautela, sobre el deseo de volver a viajar.

Una primera aproximación a las prácticas y expectativas de viajes de los viajeros frecuentes de Argentina realizado por el Grupo de Estudios en Turismo y Sociedad del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires, realizado a mediados del año pasado, indaga sobre los sentimientos que genera la expectativa de volver a viajar; en orden de importancia, los sentimientos mencionados se resumen en entusiasmo, incertidumbre, alegría, ansiedad y desafío.

Es necesario entender la crisis actual como una crisis multidimensional, que involucra los niveles económico, político, social, cultural y especialmente emocional.

Convertir incertidumbre en certidumbres tangibles es un desafío que enfrenta el turismo en su conjunto, un compromiso que no sólo involucra a empresas, prestadores de servicios, proveedores y trabajadores del turismo, también es un compromiso de los viajeros quienes al cumplir con los protocolos y limitaciones aportan a la sostenibilidad de los destinos turísticos.

*Licenciada en Turismo. Perito en Turismo. Guía de Turismo. Universidad Nacional de Mar del Plata. Ex Subsecretaria de Turismo de la Provincia de Buenos Aires. Socia fundadora AMS A Management Solutions. Docente Universitaria.

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