Países Árabes: buena gestión o desinformación
Obtener información fehaciente mediante Osint[1] en los países Árabes no es tarea sencilla, la información que podemos reunir de los medios oficiales dista mucho de ser real u objetiva.
Los medios de información de esos países son todos administrados por el estado y lo que allí encontramos responde a campaña de comunicación oficial, y no información real. Es decir que todo tiene un guion y nadie puede osar correrse un ápice de lo ordenado por las autoridades. Con lo reunido, trataremos de realizar un diagnóstico sobre que sucede con la población en general de Medio Oriente y los países del norte de África, el Magreb.
Si en el mundo occidental hablar de salud o de la salud de los dirigentes políticos esta censurado o autocensurado, en los países árabes esto se ve potenciado. La enfermedad y la ancianidad son temas tabúes, nadie quiere dar signos de debilidad por miedo a los complots y conspiraciones palaciegas, por ende hacen de la salud un verdadero secreto de estado[2].
Es un verdadero riesgo para los periodistas o para incluso un ciudadano común expresar sus opiniones pueden acarrear con castigos severísimos hasta incluso la muerte. Es por ello por lo que no hay información certera sobre, pobladores infectados, y muertos. Los estados de excepción en estos países son materia corriente, convulsionados por guerras intestinas por fanatismos religiosos y políticos.
Inducidos por esta filosofía de vida y política del manejo de la información al igual que otras regiones del globo hubo países que adoptaron más rápidamente las medidas preventivas que otras[3]. Entre las medidas que se adoptaron se encuentran el cierre de fronteras, la cancelación de vuelos y paralización de aerolíneas, el confinamiento domiciliario de la población, el cierre de lugares de culto y la prohibición de los rezos colectivos, la suspensión de permisos de trabajo para extranjeros y la repatriación de los turistas a sus países de origen. En varios países se han decretado distintas modalidades de toque de queda: nocturnos en Túnez desde el 18 de marzo, en Arabia Saudí desde el 23 y en Egipto desde el 24; toque de queda urbano en Bagdad desde el 17; y, en el caso más extremo, toque de queda total en Jordania a partir del 21 de ese mes.
Las cifras a las que se puede acceder en el mundo, y más del mundo árabe al decir del director de Emergencia para la Región Oriental de la Organización Mundial de la Salud es altamente probable que son consideraciones por debajo de la realidad.
Es naife pensar que estos países golpeados recientemente por conflictos bélicos con otros países tengan los valores nominales de infectados o porcentuales que difunden. Tal es el caso de Irán, que es país más infectado de la región, pero porcentualmente bajo en lo respecta con su cantidad de habitantes.
Después nos encontramos con Israel con 3.865 casos y 15 muertos. En Arabia Saudí, Baréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, El Líbano, Kuwait, Irak, Jordania, Omán, Siria y Yemen presentan un total de 5.090 casos y 105 muertos, a los que hay que añadir los 106 positivos y 1 deceso de Palestina. En total todos los países, sin Irán, suman más de 9.000 casos y 121 muertos.
Cada uno de los casos merecería un análisis en particular como en los otros segmentos, aquí lo que unifica es el caos que reina en ellos, es decir que no prevalece la economía sobre la salud ni la salud sobre la política, aquí prevalece que el PBI de cada uno de estos países está orientado al gasto de defensa al gasto bélico.
Los motivos son varios pero la motivación del trabajo en primera medida es saber cómo manejan la crisis del COVID-19 las distintas naciones del mundo. Las pérdidas económicas en la región ascienden a los 420.000 millones de dólares y suma segundo a segundo, afectara de manera tangencial a la población del mundo árabe[4].
Un mundo demasiado caótico el árabe, solo estamos en condiciones de afirmar que su sistema sanitario es absolutamente vulnerable al COVID-19, así como a otras epidemias que sufren fronteras adentro producto de su convulsionada vida político social.
Las asimetrías sociales se manifiestan a diario, las personas de alto poder adquisitivo acceden a la poca medicina existente para tratar enfermedades comunes, las complejas las tratan en el exterior. Sus ciudades carecen de agua corriente en un gran porcentaje, así como de cloacas y desagües producto del hostigamiento exterior de los bombardeos, lo cual han destruido toda la infraestructura que desde tiempos inmemoriales contaban los pueblos de la Mesopotamia asiática u oriental.
[1] OSINT significa Open Source Intelligence (en español Inteligencia de Fuentes Abiertas), y se trata de un conjunto de técnicas y herramientas para recopilar información pública, correlacionar los datos y procesarlos. https://www.welivesecurity.com/la-es/2019/10/07/tecnicas-herramientas-osint-investigacion
[2] Dr. Edy Cohen http://www.aurora-israel.co.il/el-coronavirus-y-la-cultura-arabe-del-secreto 4/05/2020 centro Begin-Sadat para estudios estratégicos
[3] Haizam Amirah Fernández http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/ari32-2020-amirah-coronavirus-paises-arabes-tormenta-pasajera-oportunidad-de-cambio-o-hecatombe-regional
[4] Vitaly Podvitski https://mundo.sputniknews.com/caricaturas/202004021090986896-manos-arriba-el-atraco-del-coronavirus-a-los-paises-arabes/ 2/04/2020 para sputniks news