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Rusia-Cuba-Venezuela

Por: Humberto Andrés Bermúdez Vega*

INFORME

El jueves 13 de enero del 2022, Sergei Ryabkov, viceministro de Relaciones Exteriores ruso, declaró que no se descartaba un despliegue militar de su país en dos naciones latinoamericanas, Cuba y Venezuela, ante la confrontación con los Estados Unidos y la OTAN por Ucrania.

Posteriormente, el embajador de Rusia en Caracas, Serguéi Mélik-Bagdasárov, declaró en una entrevista que, Venezuela encontraría la manera de prestar ayuda militar y técnica a su país si empeorara el diferendo y el canciller ruso, Serguéi Lavrov, declaró que el Kremlin reforzará su cooperación estratégica con Venezuela, Cuba y Nicaragua en todos los ámbitos.

Aunque declaraciones posteriores han descartado la posibilidad de un despliegue militar de Rusia en los mencionados países latinoamericanos, se impone un análisis de hasta que punto pudiera presentarse a corto y mediano plazos un aumento de la presencia militar directa o de armamento ruso en Cuba, Venezuela y Nicaragua.

La última vez que Rusia afirmó su apoyo a Cuba, Nicaragua y Venezuela fue en junio de 2021, en medio de presiones ejercidas por Estados Unidos contra estas naciones por señalamientos de violar los Derechos Humanos y socavar la democracia.

Cuba y Rusia han impulsado en los últimos años su relación bilateral para restablecer la estrecha cooperación que mantenían antes de la desaparición de la Unión Soviética en 1991, con la firma de nuevos acuerdos de cooperación económica. En 2014, Moscú condonó el 90% de la deuda contraída por la isla y valorada en 35.300 millones de dólares.

La situación vivida en Cuba con la crisis de los misiles nucleares soviéticos instalados en el país en 1962 y la retirada por parte de Rusia de la base militar rusa de monitoreo de las comunicaciones estadounidenses decidida por el presidente Putin en octubre del 2001, son antecedentes muy negativos en las relaciones militares de Cuba con Rusia. En ambos casos se priorizaron los intereses nacionales de la URSS y luego de Rusia, a despecho de los intereses del gobierno cubano de la época.

Aunque los vínculos bilaterales en materia de Inteligencia no han sido muy afectados a pesar de los desencuentros, el aspecto de modernización y abastecimiento con armamento avanzado de origen ruso a Cuba si ha sido prácticamente desestimado.

La Constitución de la República de Cuba no favorece los vínculos militares con otros estados, enfatiza mas bien en la defensa nacional a partir de esfuerzos propios.

En la Sección Segunda de la Ley de Defensa Nacional, en el Artículo 37 se enuncia, que el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias es el organismo encargado de dirigir, ejecutar y controlar la aplicación de la política del Estado y del Gobierno en cuanto a las actividades de la preparación del país para la defensa; la defensa de la soberanía del Estado sobre todo el territorio nacional, incluidos el mar territorial y el espacio aéreo que sobre estos se extiende; la preparación y realización de la lucha armada; y la contratación, adquisición, producción y uso del material de guerra que satisfaga las necesidades de la defensa.

En ningún caso hace referencia a la participación en alianzas militares o el despliegue de fuerzas extranjeras en territorio cubano. Por tanto, la participación de fuerzas militares rusas en Cuba solo estaría justificada en función de asesoría o como proveedor de armamento.

Las necesidades más perentorias para la defensa militar del país, se concentran en serias falencias en cuanto a capacidades para enfrentar agresiones por vía aérea y la neutralización oportuna de unidades de desembarco anfibio. Para ello se requerirían sistemas de misiles antiaéreos de última generación y complejos de defensa costera capaces de evadir contramedidas.

En ningún caso, Rusia estaría dispuesta a facilitar a Cuba complejos del tipo sistema de misiles antiaéreos S-400 «Triumph» con misiles guiados antiaéreos 48N6E3, 40N6E, 9M96E2 y control 30K6E, ni siquiera el S-300VM «Antei-2500» de menores prestaciones, pero ambos con capacidad real de neutralizar ataques de aviación y misiles avanzados.

Cabe la posibilidad de que Rusia sí pudiera facilitar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas algunos sistemas antiaéreos de menor alcance y capacidad, tales como el sistema de defensa aérea «Buk-M2E» o el sistema móvil de defensa aérea multicanal de corto alcance «Pantsir-S1», éstos, aunque no resolverían las verdaderas necesidades defensivas del país, sí constituirían un despliegue de armamento suficiente para aumentar el nivel táctico de las unidades cubanas sin constituir una amenaza ofensiva a los Estados Unidos. Esto no dejaría de tener un componente simbólico real y crearía un nuevo precedente de reforzamiento practico de las relaciones de Cuba con Rusia como suministrador de armamento.

La disposición constitucional venezolana impide establecer en su territorio bases extranjeras o instalaciones que tengan propósitos militares. Ahora bien, las tropas extranjeras podrían estar con permiso de la Asamblea Nacional.

Esto está refrendado en la Ley orgánica de la fuerza armada nacional bolivariana, en el Artículo 4º sobre las funciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, dice en el punto 4, que participar en alianzas o coaliciones con las Fuerzas Armadas de otros países para los fines de la integración dentro de las condiciones que se establezcan en los tratados, pactos o convenios internacionales es una función de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, pero, solo previa aprobación de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

En cuanto a armamento de origen ruso, las FANB poseen en su arsenal doce sistemas S-300 «Favorit» y doce sistemas de misiles 9K37 «Buk», esto le da una capacidad de defensa antiaérea superior a los países de su entorno. Venezuela posee hoy en día una flota de unos veinte aviones caza Sukhoi Su-30MK2, los cuales ponen a la fuerza aérea venezolana entre las mejores equipadas de la región latinoamericana.

Los vínculos militares de Rusia con Venezuela son estrechos y pudieran elevarse ostensiblemente, no obstante, no deben proyectarse hasta la ubicación en territorio venezolano de armamento ofensivo y mucho menos de tropas de combate.

Las alianzas que intenta fortalecer Rusia en la región latinoamericana son un peligro para el gobierno nicaragüense pues generarían un empeoramiento del conflicto con Estados Unidos.

De hecho, el presidente Joe Biden firmó el miércoles 10 de noviembre del 2021 la Ley para Reforzar el Cumplimiento de Condiciones para la Reforma Electoral en Nicaragua-Renacer, en la cual se establece un monitoreo sobre las relaciones rusas con Managua.

Uno de los acápites de la ley establece específicamente la obligación a los organismos de inteligencia estadounidenses de entregar un informe al Congreso y al presidente sobre la actuación de las instituciones oficiales rusas en Nicaragua.

En la Sección 9 de la Ley Renacer se enfatiza en la necesidad de que el secretario de Estado incluya una sección separada en su informe sobre Nicaragua en la que se sigan detalladamente las actividades del gobierno ruso en ese país centroamericano.

El reforzamiento de las relaciones de Rusia con Cuba, Venezuela y Nicaragua, se da en el contexto de las tensiones entre Rusia y Estados Unidos por la crisis en Ucrania.

La cooperación entre Rusia y los tres países latinoamericanos, Cuba, Venezuela y Nicaragua fue un tema que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, abordó con los presidentes de esas naciones en llamadas telefónicas sostenidas en enero pasado.

En el mes de enero del 2022, el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, declaró que no descartaba el interés del gobierno ruso por desplegar infraestructura militar en Cuba y Venezuela. En evidente continuidad de aquella posición, se produce una gira por tres países latinoamericanos del vice primer ministro ruso Yuri Borisov.

Esta gira latinoamericana comenzó en Caracas, República Bolivariana de Venezuela el miércoles 16 de febrero, viajó después a Managua, República de Nicaragua el 17 de febrero y cierra su gira en La Habana, República de Cuba, a donde arribó el 18 de febrero.

Esta visita es continuidad al acercamiento en condición de formación de alianzas con los tres países latinoamericanos en medio de la crisis por Ucrania con la OTAN y especialmente en el entorno regional de los Estados Unidos.

Durante la visita que realizó a Caracas el 16 de febrero, el vice primer ministro de Rusia, Yuri Borísov, el presidente Nicolás Maduro ratificó la cooperación militar con el país euroasiático y anunció el incremento de los entrenamientos militares conjuntos.

En esta visita, se revisó la cooperación militar y el presidente Nicolás Maduro declaró que se van a incrementar todos los planes de entrenamiento militar con Rusia. En Caracas, el viceprimer ministro ruso mostró su interés en que Venezuela y Rusia eleven a un nuevo nivel las cooperaciones de carácter técnico-militar y científico-militar.

Venezuela se afianzó como país operador de equipo militar cualitativamente superior en la región, por detrás de Brasil, Colombia y México, y por delante de países con mayor numero de habitantes como Perú y Argentina.

La capacidad combativa de las fuerzas armadas venezolanas y particularmente, la asesoría militar rusa a estas, preocupa sobre todo en Colombia,

El viceprimer ministro de Rusia, Yuri Borisov, llegó el jueves 17 de febrero a Managua, Nicaragua, donde sostuvo un encuentro con el presidente nicaragüense, Daniel Ortega.

La vicepresidenta y primera dama nicaragüense declaró que el viceprimer ministro ruso Yuri Borisov, estuvo acompañado de viceministros, banqueros y expertos rusos en finanzas, industria, comercio, energía, protección del consumidor, bienestar humano, cooperación internacional, agricultura, entre otros. En ningún caso mencionó la presencia en la delegación de militares.

Nicaragua ha sido un aliado cercano de Rusia cada vez que Ortega ha ostentado la Presidencia, primero de 1979 a 1990, y posteriormente de 2007 a la fecha.

La delegación rusa incluye a representantes de ministerios y departamentos a cargo de diversas áreas de cooperación comercial, económica, científica y técnica. No se menciona la presencia de militares rusos en la delegación visitante.

Llama la atención, la visita a Cuba de Evgueniy Tarábrin, Representante Especial del ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia para Asuntos de Cooperación Internacional en la Lucha contra el Terrorismo y director del Departamento de Nuevos Retos y Amenazas de la Cancillería rusa el 17 de febrero.

Yuri Borísov, quien copreside la comisión intergubernamental ruso-cubana para la colaboración económico-comercial y científico-técnica, se reunió ya el año pasado con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y otras autoridades.

Tras la visita de Borísov, está previsto que visite también Cuba el presidente de la Duma rusa (Cámara Baja), Viacheslav Volodin.

Volodin viajará a Cuba el día 23 y a Nicaragua al día siguiente, según un comunicado de la Cámara Baja rusa.

En enero, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y su homólogo ruso, Vladimir Putin, conversaron por teléfono en medio del aumento de las tensiones con EEUU por la crisis de Ucrania y tras las controvertidas declaraciones de Riabkov que pusieron en entredicho la soberanía cubana.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, negó en esa ocasión que los mandatarios hablaran del aumento de la cooperación técnico-militar y el establecimiento de bases rusas en la isla.

Conclusiones

  • Es previsible que el gobierno ruso refuerce las relaciones con Cuba, dado el hecho de que, de los tres países latinoamericanos, Cuba es el más cercano y confiable para Rusia. La concentración de altos funcionarios rusos, visitando Cuba es indicador de esto.
  • Rusia no está en situación de facilitar gratuitamente a Cuba equipo militar de última generación. Cuba tiene poco para ganar y mucho para perder en cuanto a colaborar con Rusia en temas militares en medio del conflicto Rusia-OTAN.
  • La relación del gobierno ruso con el gobierno venezolano pudiera escalar en términos de apoyo militar solo hasta el punto en que el gobierno estadounidense no identifique la presencia militar rusa como una amenaza real a sus intereses nacionales y de sus aliados, especialmente al gobierno colombiano.
  • El gobierno nicaragüense no está en condiciones de arriesgar más ante los Estados Unidos. La ubicación de armamento ruso o de tropas militares de ese país no es realista.

*Master en Ciencias Militares. Master en Inteligencia empresarial.

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4 comentarios en «Rusia-Cuba-Venezuela»

  • Muy interesante esta visión del tema desde Cuba. Gracias al Analista por esta publicación tan oportuna.

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    • Gracias por tu comentario!!! Te invitamos a suscribirte!!!

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