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Alemania y su implacabilidad

Implacable. Como siempre un solo término para definir una sociedad, un país, una nación y una líder política. Así definiríamos a Alemania, en un solo término; y cuando hay que definir a Angela Merkel, el término es el mismo, implacable.

Seguramente en este análisis el término implacable aparecerá otras veces más para demostrar que la excepción hace a la regla en todos los casos. Como Canciller de Alemania Angela Merkel lejos de esquivar la virulencia de la pandemia fue implacable; «nos vamos a enfermar todos», dijo firmemente y continuó: Lejos de llamar a la calma, Merkel avisó que entre un 60% y un 70% de la población terminará contagiada.  Extractaban de esta manera en los principales medios de información de Europa entre ellos en el portal de noticias ABC[1]. 

Esto merece un análisis en sí mismo.  La implacabilidad le permite al gobierno alemán echar mano a un sin número de medidas socialistas, a un verdadero Knockout progresista de gobierno, también de manera implacable; e imponerlas de forma certera en pocos días. Implacable el recurrir a medidas del siglo 20, que a Alemania le dieron muy buenos resultados; primero después de la segunda guerra mundial acompañando con medidas propias, la ayuda del plan Marshall, y posteriormente en proceso de reunificación de las dos alemanias.

Las medidas de neto corte progresista son tres; en principio, es así como sirve citar textualmente a Rosalia Sanchez que describe las mismas en el portal ABC[2]

“…. A partir de esta realidad, una vez asumido que casi todo el mundo pasará tarde o temprano la enfermedad, el gobierno ha marcado tres claras prioridades.      

  • Primera es blindar a los grupos de riesgo, enfermos crónicos y ancianos, para los que se establecen pautas muy serias de aislamiento.
  • Segunda prioridad es no colapsar el sistema sanitario y por ello la primera recomendación, si se sienten posibles síntomas o se ha estado en contacto de riesgo, es no acudir al médico en ningún caso tampoco a urgencias. La asistencia tiene lugar a través de los teléfonos habilitados o del teléfono del médico de cabecera y se realizan muchos test a domicilio. A los hospitales llegan solamente casos con complicaciones. Las clínicas privadas, por supuesto, se hacen cargo de sus propios casos de coronavirus.
  • Tercer objetivo es proteger la economía. El gobierno alemán ha lanzado ya ayudas para financiar fundamentalmente cuarentenas y jornadas reducidas, para proteger puestos de trabajo, y el Ministerio de Finanzas se ha comprometido a «garantizar la liquidez de las empresas». Se considera necesario que el país continúe funcionando…”

Es así como en su posición de liderazgo, bregó en el Eurogrupo[3] por la concientización que de esta lucha no se sale individualmente ni con medidas ortodoxas, donde el déficit cero impera[4].

Es así como no se puede decir más que IMPLACABLE.

Conclusiones:

De esta manera redondearemos con un análisis somero de lo plasmado en los párrafos que nos preceden, la relación entre el título y lo descrito. Los países que hemos elegido para iniciar este análisis no fueron elegidos de manera azarosa.

Primero podemos decir que los países fueron seleccionados de manera cardinal, es decir de oriente a occidente y de este a oeste, por ser la manera en que la pandemia se fue diseminando por el globo.

– China, donde comenzó la Pandemia.

– EEUU en segundo lugar por ser un enemigo comercial del país donde tuvo la fase inicial de la pandemia.

– Rusia, por ser aliado natural de China.

– Reino unido, en cuarto lugar, por ser socio en la expansión capitalista de EEUU y ariete de este en Europa, verdadero oxímoron de la Unión Europea.

– Alemania por ser el estado líder de Unión Europea.

Estos Estados son los que llevaban hasta los primeros días del año en curso, momento en que afloro la epidemia en Asia, la delantera en sus regiones, en sus “áreas de responsabilidad.

Estaríamos en condiciones de aseverar, que a pesar de que en cada uno de estos países, sus líderes se han encargado de difundir que el tratamiento de la pandemia no debe formar parte de la agenda política, no lo han logrado. Cada una de las decisiones fueron pensadas con la intención de no alterar el calendario político, como así tampoco al electorado.

El régimen comunista chino para no alterar al subyugado pueblo oriental mantuvo oculto, al menos cinco semanas (con el correspondiente perjuicio para la humanidad), la enfermedad que adoptaba rápidamente las características de una epidemia. Cualquier tipo de alteración en la vida política y social del país resentiría la autoridad central, emanada desde Pekín. Estados Unidos envuelto en un año netamente político; donde se busca por todos los medios que el Presidente Trump sea reelecto. No pudo escapar a esta premisa de no alterar el ánimo social, y buscó minimizar la virulencia de la pandemia; la menospreció al punto de hablar de una gripecita, cuando en el mundo ya había miles de muertos.

Mantuvo por al menos cuatro semanas al país de manera regular. Luego devino el consiguiente colapso del sistema sanitario federal para recién posteriormente, adoptar medidas sanitarias con el objeto de combatir la enfermedad, en lugar de priorizar la economía por sobre el electorado.

Rusia envuelta en una dinámica reformista de índole constitucional, a pesar de la frialdad de su presidente, tampoco escapó a la agenda política. Para encarar esta primera fase de la pandemia, retrasó medidas; no tanto como los anteriores, pero de igual modo, no fue todo lo eficiente que se le exige a los líderes de este nivel de estados.

El Reino Unido, inmerso en su intención de apartarse del Brexit y del mantenimiento de la monarquía, o al menos de tapar las mezquindades y miserias de sus integrantes, no sólo la relativizó, sino que su líder también adopto la misma postura que el Presidente Trump y acabó enfermo él, su familia y miembros de la monarquía. Finalmente ocurridos los sucesos mencionados paso a adoptar medidas draconianas tardíamente.

Fue Alemania quien tomando herramientas políticas para este tipo de contingencias, rápidamente adoptó las medidas necesarias para poder circunscribir lo antes posible la enfermedad y a los enfermos mismos.

Definir un vencedor en cuanto a la dicotomía entre Capitalismo y Estado de Bienestar no se termina en este segmento, si podemos decir que prevalecen como más exitosas medidas económicas heterodoxas por sobre las ortodoxas. muy temprano para hablar del fin del capitalismo.



[1] Rosalia Sanchez  https://www.abc.es/sociedad/abci-coronavirus-afectar-70-por-ciento-poblacion-alerta-nacional-lanza-angela-merkel-202003111352_noticia.html para  ABC SOCIEDAD

[2]Rosalia Sanchez  https://www.abc.es/sociedad/abci-coronavirus-afectar-70-por-ciento-poblacion-alerta-nacional-lanza-angela-merkel-202003111352_noticia.html

[3]Steffen Seibert  https://www.dw.com/es/merkel-satisfecha-con-acuerdo-del-eurogrupo/a-53089654

[4]Juan Palop https://www.efe.com/efe/espana/economia/merkel-prioriza-la-lucha-contra-el-coronavirus-frente-al-deficit-cero/10003-4193212  EFEBerlín11 mar. 2020

6 comentarios en «Alemania y su implacabilidad»

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