CUANDO LOS NEGOCIOS FUNCIONAN EN SINTONÍA, PERO LA LEALTAD SE PIERDE: PCC
Autor: Hernán Dario Romero. Diplomado internacional en Narcoterrorismo.
Teniendo en cuenta los antecedentes conflictivos con otras organizaciones dentro de las cárceles que dieron inicio a fines de los años ´90, como por ejemplo con el Comando Vermelho (CV) el cual por momentos se encontró bajo tregua y acuerdos entre ambas, al día de hoy los conflictos volvieron a surgir con menos violencia, pero con una notable ruptura de los tratos y acuerdos que tenían. Esto es reflejo de los conflictos carcelarios entre los internos que pertenecen y responden a cada uno de estos grupos. Este tipo de conflictos son muy comunes entre organizaciones que se disputan el control de un territorio, lo que no es común es la ruptura entre los lideres dentro de un mismo grupo, dinámica que, por medio de accionar, son noticias de los medios de comunicación locales.
El PCC opera con fuerte liderazgo local, transformando así una herramienta fundamental para su expansión, la implementación de un sistema coordinado de FRANQUICIAS, la cual se basa en una estructura que los mismos miembros denominaron como “SINTONIA FINAL” para mantener una verticalidad como grupo.
Celda a celda y calle a calle, el PCC se volvió un poder hegemónico en prisiones y barriadas. Tiene un núcleo duro de 35.000 hermanos bautizados en estos 27 años, explica Lincoln Gakiya, un fiscal que los investiga desde 2006 aproximadamente. Además, cientos de miles de personas más —delincuentes, trapicheros, pero también limpiadoras, albañiles, vendedores ambulantes o de telemarketing— siguen sus normas. Viven al ritmo que marca el Primer Comando de la Capital.
Así mismo, los miembros de la organización se encuentran obligados a cumplir con ciertos reglamentos de financiación e inversión, por ejemplo, la paga de un monto establecido según sus operaciones para la compra de equipamiento, armas, el pago a autoridades policiales, guardia cárceles, jueces y hasta la paga de los abogados quienes los representan ante la comparecencia en la justicia.
En 2002, los fundadores del PCC, José Marcio Felicio, alias “Geleiao” y Cesar Augusto Roris Da Silva, alias “Cesinha”, fueron expulsados de la organización por traición ya que ayudaron a la condena del actual líder Marcos Willians Herbas Camacho, alias “Marcola” y fundaron una organización rival, el Tercer Comando Capital (TCC). RORIS DA SILVA fue asesinado por compañeros de celda en el año 2006, en cuanto a FELICIO muere en 2021 por COVID pese a los varios intentos de asesinato que se frustraron contra él.
Esta organización perdió varios líderes entre finales de 2017 y principios de 2018. Uno de los máximos líderes del PCC, Edison Borges Nogueira, alias “Birosca”, fue asesinado en una prisión de São Paulo en diciembre de 2017, luego de haber sido expulsado del grupo a principios de año como consecuencia de una pelea entre su esposa y los familiares de otros presos en un autobús. Rogério Jeremias de Simone, alias “Gegê do Mangue”, el supuesto tercero al mando del PCC, y Fabiano Alves de Souza, alias “Paca”, otro importante líder, murieron en febrero de 2018 en un presunto enfrentamiento con un grupo rival.
Según la policía brasileña, Marcos Willians Herbas Camacho, alias “Marcola”, ejerce como el máximo líder en la actualidad, quien operaria desde la prisión, donde cumple una condena de dos décadas por tráfico de drogas. El segundo al mando, Abel Pacheco, alias “Vida Loka”, se encuentra en prisión mientras espera su juicio por cargos de asesinato.
Las autoridades brasileñas han observado indicios de un cisma en la cúpula de liderazgo del PCC, llamada “Sintonía Final” por sus miembros, una estructura que se fue haciendo fuerte fuera de los sistemas carcelarios, donde las actividades se pueden llevar a cabo sin el aval de los líderes que se encuentran en prisión, tres de los cuales pidieron la exclusión del “máximo líder” del grupo, el antes mencionado Marcos Willians Herbas, a quien lo señalan de haber causado que el “número dos” del grupo, Roberto Soriano –alias “Tiriça”- haya recibido una condena de 31 años de prisión.
El 25 de febrero, unos sicarios asesinaron a Donizete Apolinário da Silva, alias “Prata”, un aliado del líder del Primer Comando Capital. El asesinato de Prata fue presuntamente ordenado por otros tres miembros de alto rango dentro del PCC, según reportó el medio UOL citando a fuentes del Ministerio Público de São Paulo. Según las autoridades, Soriano, alias “Tiriça”, Pachecho de Andrade, alias “Vida Loka”, y Paula Lima, alias “Andinho” habrían armado está estrategia para generar el conflicto, conspirando contra Marcola por haber hablado con un funcionario de prisiones. Un audio de la conversación fue utilizado durante el juicio contra Soriano por el asesinato de una psicóloga de la prisión federal de Catanduvas, en Paraná, en agosto de 2023.
“No tengo aversión a los funcionarios, no soy irrespetuoso. Nada de eso. Pero podría convertirme en un psicópata como hizo Soriano,” declaró Marcola en la grabación. Agravando las asperezas entre ellos.
Otros dos miembros de la “Sintonía Final” -Ariel Pacheco da Andrade, alias “Vida Loka”, y Wandersol Nilton de Paula Lima, alias “Andino”- habrían tomado partido con Soriano y amenazado de muerte a “Marcola”. Algunos analistas creen que estos tres líderes se separaron del PCC original y formaron una nueva organización que denominan “PRIMER COMANDO PURO” y se habrían acercado al otro principal grupo criminal de Brasil, el Comando Vermelho de Río de Janeiro, y “Marcola” habría ordenado su ejecución por “alta traición”.
Sus socios “no pueden haber violado, haber matado injustamente (sin su justicia), no pueden haber cometido un error grave en una misión o no haber sido lo suficientemente fuertes para evitar delatar”. Abusar de niños, asesinar sin permiso, pertenecer a un grupo rival o entregar a un hermano se paga con la muerte; algunos errores reiterados, con el destierro. Y las primeras faltas, con amonestaciones o multas.
El estatuto del PCC, reproducido en el libro de Feltran, tiene 18 artículos: los primeros dicen que sus miembros deben comprometerse “a luchar por la paz, justicia, libertad, igualdad y unidad” con la vista puesta “siempre en el crecimiento de la organización” y con respeto a “la ética del crimen”.
Debido a estos reglamentos dentro de la organización, es potencialmente posible un conflicto interno el cual derive con la ejecución de los desleales. Marcola no deja cuentas sin pagar.
Analistas temen la posibilidad de que el aparente conflicto en la cúpula pueda derivar en violencia entre miembros de las distintas facciones del PCC en las calles y particularmente dentro de las prisiones de Brasil y por efecto dentro de los territorios dominados, como Paraguay y parte del norte Argentino.
En Paraguay, donde el PCC tiene una notable presencia en el sistema penitenciario, con alrededor de 800 personas señaladas como miembros en las distintas cárceles del país.
Al respecto, el comisario Pedro Lesme, subcomisario del Departamento de Crimen Organizado de la POLICIA NACIONAL DEL PARAGUAY, dijo que, si bien se puede afirmar con confianza que esas 800 personas tienen vínculos con el PCC, es más difícil determinar los vínculos de personas en libertad.
Agregó que el PCC tiene “varios niveles” para sus aliados, que “pueden ser compañeros leales o simplemente tener un contrato de comercio con el grupo” que no les impide hacer negocios con otras organizaciones criminales.
El PCC se caracteriza por un sentido de unidad sólido y unos códigos que están por encima de cualquier disidencia o deseo individual. Según explicó a InSight Crime la socióloga Camila Nunes Días, profesora en la Universidad Federal de ABC, “es como si los individuos no tuvieran importancia. Lo que importan son las normas, la ética, los negocios”. Es por ello que las decisiones que no son consensuadas entre los cabecillas se las considera una falta y depende de la gravedad de su accionar es la consecuencia a pagar.
Para preservar este orden, la estructura del grupo —descrita por el sociólogo Gabriel Feltran como “una fraternidad secreta sin poder personalizado, pero con posiciones de poder ocupadas por hermanos”— toma las decisiones necesarias para resistir las divisiones internas. “Ya ha habido otras [crisis] en otros momentos, con las muertes de miembros muy importantes en 2002, 2006, 2012 y 2018”, añadió Feltran, profesor en la Sciences Po de París.
En este escenario, los expertos consultados por InSight Crime señalan que es probable que el grupo solucione esta disputa eliminando a los disidentes, como ha hecho en otras ocasiones. El último de estos conflictos ocurrió en 2018, cuando dos miembros de alto nivel fueron asesinados tras haber presuntamente participado en el asesinato de Edilson Borges Nogueira, alias “Birosca”, un antiguo miembro de la cúpula del PCC y aliado de Marcola.
Aunque la información emitida por los servicios de inteligencia del Estado de Brasil, indiquen que la estructura sigue fallando rme y sin modificación en su ñiderazgo. La hipótesis de una ola de violencia entre miembros de la misma organización, se puede tornar un problema de gran magnitud para los estados involucrados, ya que tiene un fuerte dominio en zonas fronterizas en donde las actividades ilegales de toda índole, desde el tráfico de estupefacientes hasta el tráfico de personas son de alguna manera dirigidas por organizaciones que responden a la SINTONIA.
Toda reestructuración de liderazgo requiere de una inversión, es ahí donde se enciende las alarmas y alertan sobre delitos violentos, como se ya se ha producido en los últimos meses los robos a camiones de caudales, bancos y secuestros extorsivos fueron tomando terreno en las estadísticas de los investigadores.
La mayoría de estos eventos son dentro de los territorios donde las franquicias están asentadas, como por ejemplo en la república del Paraguay y parte del territorio argentino.
También se debe tener en cuenta como un detalle no menor en enfrentamiento entre las pandillas que se inclinaran de un lado y del otro en esta disputa.
Bibliografía
- Dias, Camila Nunes con Manso, Bruno Paés. La guerra: el ascenso del PCC y el mundo del crimen en Brasil. Todavia Editora. Brasil
- Gabriel Beltrán. Uma historia do PCC. Ed. Companhia das letras. Brasil.
- https://elpais.com/especiales/2020/pcc-la-hermandad-de-los-criminales-en-brasil/ mar, 2020.-
- https://insightcrime.org/es/noticias-crimen-organizado-brasil/primer-comando-capital-pcc-perfil/ mar, 2020.-
- https://www.infobae.com/america/america-latina/2024/03/26/fractura-en-el-primer-comando-de-la-capital-la-cupula-de-la-mayor-banda-criminal-de-sudamerica-se-partio-en-dos/ mar, 2024.-
- https://www.abc.com.py/policiales/2024/03/26/desde-paraguay-monitorean-posible-fractura-en-el-liderazgo-del-primer-comando-capital/ mar, 2024.-
- https://insightcrime.org/es/noticias/a-pesar-de-los-rumores-de-una-division-el-pcc-se-mantiene-unido/ mar, 2024.-
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