Areas marinas protegidas
*Por: Juan Manuel Chevasco Diaz
UNA HERRAMIENTA ESTRATEGICA
Las Áreas Marinas Protegidas (AMP), un elemento con propósitos nobles que ingresa en el escenario global a transgredir las normas internacionales o simplemente a generar nuevas desde el derecho consuetudinario sin un consenso explícito de los Estados.
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Los intereses marítimos del Siglo XXI se concentran a través de la construcción de legitimidad y legalidad en el Mar, dentro de este marco, las AMP emergen como un elemento indiscutible de legitimidad. Los intereses de nuestra nación y, por consiguiente, las operaciones navales se desarrollarán en nuevos escenarios, los cuales deberemos conocer, comprender y entender.
Los intereses de actores históricamente oceánicos – Reino Unido de Gran Bretaña (RUGB) y los resurgentes como la República Popular China (RPCH), nuevamente se encuentran en nuestras áreas de influencia, trabajando en diferentes niveles, estratos y capas, desde lo estratégico a lo táctico, que por momentos se podría pensar que están operando en diferentes ambientes, mas tienen un común denominador, el medio -el mar-. La consolidación de su poder relativo se deberá realizar mediante la posesión real de territorio, pudiendo ejercer la soberanía plena sobre él, es ahí donde ingresan las Áreas Marinas Protegidas a la escena de la talasopolítica.
Estos actores se están volviendo a encontrar en un ambiente en que nunca se toparon, en un tiempo y con una coyuntura diferente, en la que la libertad de maniobra y las decisiones están en juego, tomando como principal elemento el conocimiento pleno del tablero de juego y efectuando las jugadas según los escenarios posibles.
Es en este contexto la República Argentina se encuentra dando sus primeros pasos en la creación de AMP y el conocimiento de este objeto nos permitirá defenderlo tanto técnica como tácticamente durante las operaciones que realice nuestro Estado.
La definición de AMP tiene un amplio desarrollo tanto táctico como estratégico, este trabajado tendrá su enfoque en el plano táctico, conociendo también, los aspectos técnicos que la definen. El Estado Nacional ya las contempla, de hecho, existen dos con identidad -Yaganes» y de «Namuncurá – Banco Burdwood II- encuentra bajo la cobertura de una política de Defensa nacional.
El mundo está en continuo movimiento y evolución, los océanos son parte de él y por lo tanto está sufriendo cambios imperceptibles en el día a día, pero notorios en el largo plazo. Este trabajo intentará identificar lo “notorio”, a fin de entender y trabajar sobre este “nuevo” fenómeno que son las Áreas Marinas Protegidas.
Introducción
El dominio del mar es un principio estratégico inevitable, fundamental, esencial y universal en donde se encuentran recursos que son de interés para el Estado argentino, es por ello que en este trabajo se buscará profundizar los conocimientos que deberíamos tener como un Estado soberano proyectando su poder marítimo, insertándonos de esta manera en los engranajes de las operaciones globales.
Para el marco epistemológico tendré cuenta la realización de un análisis de las AMP impulsado por dos frases que marcan raíces profundas en la persecución del conocimiento “No se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama”[1] y “¿Quién ama lo que desconoce?”[2].
Si tenemos en cuenta que un interés es un objeto – no solo material – al cual uno le asigna un valor relativo, podemos referirnos que la falta de conocimiento sobre este objeto va a ser determinante para generar un interés sobre él.
Es a raíz de lo anteriormente mencionado que surgen mis hipótesis en las cuales trabajaré, buscando que el marco teórico tenga los mejores cimientos y a partir de este, construir y probar el valor estratégico de las AMP.
Las hipótesis en las que voy a trabajar, son el producto de un proceso de meditación respecto a las implicancias Talaso – Geopolíticas de los Estados regentes en estos espacios.
Las AMP dentro del Plan Estratégico tienen gran relevancia talasopolítica y geopolítica.
Las AMP a los fines tácticos resguardan los ecosistemas marinos en determinadas zonas del espacio oceánico.
Las AMP como un nuevo espacio de soberanía.
En este trabajo me enfocaré en proceso de generar conocimiento y analizarlo, por un lado, las relaciones existentes de estas áreas, definirlas, ámbitos de aplicación, actores que la utilizan y como la República Argentina y sus medios de proyectar poder naval va a tener que interactuar, generando de esta forma un marco teórico sólido. El cuerpo del trabajo tiene por objeto justificar las hipótesis anteriormente mencionadas por medio de los objetivos específicos que tiene el desarrollo, los cuales son el de establecer los intereses que se concretan a través de la construcción de legitimidad y legalidad en el mar; profundizar los conceptos técnicos a ser aplicados en operaciones tácticas durante el despliegue de
Unidades en custodia de dichos intereses; comprobar el valor estratégico de las AMP para los Estados Soberanos.
Nuestro Estado, junto a todos los organismos que conformar parte de la Defensa Nacional, que proyectan su poder marítimo, el cual está comprendido en la sumatoria de los intereses marítimos y el poder naval, el cual está reflejado en la Armada Argentina, siendo quienes la conforman, profesionales de la guerra en el mar, estos “nuevos” conocimientos que están rigiendo a nivel global respecto a las áreas marinas protegidas, debe ser de pleno conocimiento para nosotros, las tendencias y lo que se está aplicando a fin de poder defender los intereses de la nación con un acabado conocimiento y profesionalismo, así, tener el control de la soberanía sobre los espacios marítimos jurisdiccional frente a el ejercicio de las acciones que van en contra de los intereses nacionales.
El valor que se le asigna al objeto “Áreas Marinas Protegidas” irá incrementándose a medida que crezca el conocimiento sobre ellas, sus capacidades y sus funciones, generando de esta forma un interés particular sobre ellas y a su vez formando parte de un interés aún más grande el cual conocemos como Intereses Marítimos.
Estos intereses en el siglo XXI se concretan a través de la construcción de legitimidad y legalidad en el mar, los objetivos nacionales dentro del mar territorial y como impactan en la estrategia global.
La Defensa Nacional en su totalidad, es quien tiene que tener el conocimiento de este ambiente en todas sus capas – aire, superficie, pelágico, béntico y plataforma continental – por medio de diferentes maniobras a fin de contribuir con su pericia a la defensa de los intereses nacionales.
ANTECEDENTES
Países del mundo están avanzado concretamente sobre el concepto de las Áreas Marinas Protegidas (AMP), Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RUGB), Estados Unidos (EEUU), Australia, Mónaco, República Popular China (RPCH) y la República Argentina recientemente, entre otras naciones, todos organismos nacionales que son motivados o sugestionados por organismos no gubernamentales (ONG) que buscan la protección expandir la idea de cuidar los recursos naturales de estos espacios o fomentan la responsabilidad de cada nación por proteger los recursos que cada una tiene, ya que si bien aparentan ser ilimitados son realmente finitos.
El marco conceptual, va a tener una limitación respecto al comprender a las AMP en distintas dimensiones desde la protección de los recursos bénticos, pelágicos, geológicos hasta lo que implica el incremento de la soberanía sobre espacio que al día de hoy no lo es. Es por ello que es – desde mi punto de vista – importante tener en consideración estas variables para poder defender los intereses de nuestra nación frente a las tendencias que se están desarrollando.
Respecto a los antecedentes relacionados con el tema, es usual en la vida diaria conocer y trabajar con los conceptos de “Parque nacional” “Reserva ecológica” “Reserva silvestre” y hasta “Monumento nacional”, esto se debe a que estos espacios se suelen transitar, lo tenemos al alcance de la mano, son parte de nuestro día a día. Ahora bien, en ocasiones solemos darle la espalda al mar y no recordar que nuestro planeta está conformado por un 70% de Agua, no solo es un medio para el tráfico de mercancías, sino que es un fin en sí mismo por todas las implicancias que este tiene para generar el hábitat que se desenvuelve en nuestro cuerpo celeste. La concientización de esto no es nueva, más sí la implementación de medidas para proteger lo que no sólo nos va a salvar la vida, sino la que nos la da.
Ya en la década de 1990, el Doctor James A. Bohnsack[3] en trabajos como “Management strategies to conserve marine biodiversity” promovía que el uso sostenible de los recursos requiere nuevas estrategias, una nueva educación sobre el conocimiento y la gestión de él en estos espacios, implementando nuevos métodos menos hostiles al ambiente con el objetivo de proteger los hábitats críticos y sensibles. Las reservas marinas, áreas permanentemente protegidas de todos los usos extractivos, están recibiendo una atención generalizada como una herramienta innovadora para conservar la biodiversidad mientras se mantienen pesquerías saludables y sostenibles. El uso efectivo de las reservas marinas requiere la integración de disciplinas científicas en la pesca, oceanográficas, informática, análisis de sistemas, ecología, genética, ciencias sociales y conservación. Es aquí donde aprecio que la Defensa Nacional tiene que estar con sus medios y sus capacidades científicas técnicas para seguir adquiriendo conocimientos de su ambiente de operaciones. Hay que tener en cuenta que la primer AMP de la que se tiene registro fue el Santuario Marino de Fort Jeferson[4 en 1932. Sin embargo, a partir de la Primer Conferencia Mundial sobre Parques Naturales que se realizó en Seattle en 1962, es ahí donde se comienza a sugerir a los Estados ribereños la creación de estas áreas. A partir de este momento se comenzaron a suscitar una gran cantidad de reuniones, conferencias, simposios con esta temática como eje central, La Declaración de Estocolmo sobre el Medio Ambiente en 1972, la cual señala la urgente necesidad de conservación de los recursos naturales para las generaciones futuras, el mantenimiento, restauración y mejora de la capacidad de la Tierra para procurar recursos vivos renovables, entre otros principios. El Programa MαB de la UNESCO en 1974 para la creación de Reservas de la Biosfera, en la cual unen el mantenimiento de la diversidad biológica (genética, especies, ecosistemas) con una actividad humana compatible con los objetivos de conservación. El Programa Marino Regional del Plan de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente en 1975, con medidas de protección para determinados mares amenazados. La Estrategia Mundial para la Conservación de la Naturaleza de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en 1978, cuyos principios se dirigen a preservar la diversidad genética, mantener los procesos ecológicos esenciales y asegurar el aprovechamiento sostenible de las especies y ecosistemas, tanto terrestres como marinos. La Declaración de Nairobi en 1982, está en particular toma los principios de la Conferencia de Estocolmo en donde se mete de lleno en la necesidad imperiosa de incrementar los esfuerzos para desarrollar una gestión y unos métodos ambientalmente racionales para la explotación y el aprovechamiento de los recursos naturales. La Cumbre de Río´92, donde se incluyeron como medidas prioritarias, la conservación de la diversidad biológica y el desarrollo sostenible de los recursos.
En la actualidad, la cifra de AMP a nivel mundial el interés sigue creciendo, y diversos foros internacionales han incentivado la creación de una red mundial de AMP representativas de las áreas geográficas, recomendando que se protejan, al menos, el 10% de la superficie marina[5], o en el caso de reservas de pesca, el 20% de la plataforma continental.
El valor que cobra las áreas marinas tiene diferentes planos de aplicación como se ha mencionado anteriormente, ahora bien, otro de los aspectos que está cobrando relevancia y se está comenzando a plasmas como antecedente es la constante preocupación que cuantificar este “valor”, por lo cual la valoración económica de este patrimonio, no solo va a repercutir en el plano estratégico, sino que lo hará directamente en el plano táctico al momento de custodiar y/o proteger los recursos naturales de la nación, lo cual cobra un interés alto al momento de conocer de forma íntegra los que se está velando.
Las iniciativas de las AMP a nivel global son impulsadas por varias ONG tal como se ha mencionado anteriormente, donde el cuestionamiento de los orígenes de las iniciativas responde a ¿Quiénes las impulsan? ¿Cómo? y trabajar con las dimensiones que esto trae aparejado. Al día de la fecha la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) es quien dirige y coordina todos estos esfuerzos con alcances a nivel global.
Es un tema que se está comenzando a consolidar y acercarse al derecho internacional, con mayor precisión, desde mi punto de vista, a la costumbre internacional.
Estas actividades y practicas sobre estas “nuevas delimitaciones” del espacio marítimo va a tener un impacto directo dentro de las operaciones navales que realicemos desde hoy en adelante, dado que las áreas marinas protegidas no es un concepto fortuito que desaparecerá en el tiempo, de hecho, es uno que nos acompañará en nuestra carrera y en las generaciones venideras.
“Sin Azul, no hay Verde” – Áreas Marinas Protegidas
Las áreas marinas protegidas, desde mi percepción tienen diferentes fines, los cuales responden según en qué plano se encuentre el análisis o la ejecución de ellas. Uno de los dos planos es el estratégico y el segundo es el táctico. Si bien la implicancia que tiene las AMP dentro del plan estratégico tiene y cobrarán aún mayor relevancia en los fines geopolíticos, los fines tácticos y cómo influyen dentro de las operaciones navales es prioridad de este estudio.
Dentro de los objetivos que pretenden las AMP, son la de resguardar los ecosistemas marinos en una determinada zona del espacio oceánico, ya sea dentro o fuera de los límites de la jurisdicción de los Estados Ribereños. La Organización No Gubernamental Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza[6] (IUCN por sus siglas en inglés), fundada en 1948 con inversiones del Reino Unido de Gran Bretaña ha definido AMP “como un espacio geográfico claramente definido, reconocido, dedicado y gestionado, mediante medios legales u otros tipos de medios eficaces para conseguir la conservación a largo plazo de la naturaleza y de sus servicios eco sistémicos y sus valores culturales asociados”, esta misma organización, la cual es la rectora en esta temática como en otras, ha designado diferentes categorías, a fin de discriminarlas según, el trabajo de “conocimiento” que se le aplica a cada una de ellas, el cual está dado por la cantidad y calidad de trabajos científicos y técnicos para producir este conocimiento y así poder cuantificar, cualificar y generar un marco socio económico de estos espacios.
Las categorías y sus definiciones según la UICN son:
Reserva natural estricta……………………. (Strictu Natura Reserve)
Área silvestre……………………………… (Wilder Ness Área)
Parque nacional…………………………… (National Park)
Monumento nacional……………………… (Natural Monument)
Área de gestión de hábitat/especies………. (Hábitat/Species Management Área)
Paisajes terrestres/marinos protegidos…….. (Protected Landscape/Seascape)
Área protegida de recursos gestionados……(Managed Resource Protected Área)
Área marina protegida para la ordenación de recursos
Área protegida ordenada, principalmente, para el uso sostenible de los ecosistemas naturales. Procura la explotación sostenible de las pesquerías, la vida silvestre, el turismo y el recreo con la conservación de la naturaleza, orientada principalmente, al mantenimiento de las actividades económicas y/o con varias zonas diseñadas para llevar a cabo objetivos de conservación específica.[7]
En lo que respecta a las AMP el objetivo principal sea la conservación y/o gestión de los recursos que provee la pesca, las anteriores clasificaciones son muy generales, aunque en algunas sí se pueden aplicar, como es el caso de la categoría VI de la UICN: «áreas marinas protegidas para la ordenación de recursos», el resto de clasificaciones se refieren a la protección ambiental.
Las AMP que refieren a la pesca suponen, en un sentido más amplio, la prohibición espacial y/o temporal de la pesca en una zona, total o parcialmente, y en este caso, permitiendo determinadas actividades pesqueras que no afecten al recurso que se pretende proteger. Su localización puede ser costera (inshore), sobre la plataforma continental (offshore) o en alta mar (high seas), lo cual comienza a contraponerse o entrecruzarse la letra chica de las normas de conformación de estas áreas con las normativas implementadas por las Naciones Unidas por medio de la Convención del Mar (CONVEMAR).
No obstante, existe por lo anteriormente mencionado, controversia al separar esta clasificación de las reservas pesqueras. Algunos autores[8] inmersos en la problemática consideran las áreas ‘no-fishing zones’ o ‘restricted fishing areas’ como reservas pesqueras, en las que las áreas espacialmente limitadas en las que la captura de recursos marinos está restringida o prohibida, esto se puede comprender como cerradas, temporal o de forma permanente, al arte de pesca o a otros tipos de artes, de forma unilateral.
Por lo tanto, según esta ONG, se entiende que las AMP constituyen una herramienta moderna en la gestión integral de los océanos, conduciendo esta iniciativa por medio de la articulación de los Estados Ribereños con diferentes medidas de aplicación, catalogación y métodos para implementar lo requerido por las metas auto impuestas de esta ONG.
En el derecho internacional, no existe norma que prohíba la creación de AMP, tampoco existe una base jurídica a nivel multilateral que permita su establecimiento. En ausencia de tal marco jurídico, el llegar a un acuerdo en función de los intereses asociados con la conservación del medio ambiente marino y las libertades que estipula la CONVEMAR generará un encuentro entre intereses. Otro tema total mente cierto y legítimo es el incremento en la atención sobre los intereses comunitarios y su protección lo cual está comenzando a tener resonancia en el derecho internacional.
Las creaciones de estas áreas dependen de tres componentes[9], el natural, el socio-económico y el gestor, que dentro de estos dos últimos y en particular el último es donde entraría claramente la Armada Argentina.
Componente natural, medio ambiente, especies y hábitats, recursos y procesos ecológicos.
Componente socio-económico, actividades y necesidades humanas que pueden generar una presión sobre los recursos (usos y efectos).
Componente gestor, los condicionantes legales, institucionales y administrativos, dentro de un marco político.
Entiendo que la Defensa Nacional atraviesa todos estos componentes con sus capacidades científico y técnicas, pudiendo proporcionar personal idóneo con formación en diferentes campos, hidrografía, oceanografía pudiendo contribuir de forma activa como hombres y mujeres de mar en complementar los conocimientos que el Estado Nacional necesita para dale forma al componente natural. El componente gestor, es donde se involucra la Armada Argentina como institución pudiendo de esta forma administrar todos los recursos de material y personal a fin de contribuir con la causa, no solo de conformación sino también la de generar la imperiosa necesidad de protegerlas y hacer cumplir las normas que sobre ellas se expidan.
A pesar de los destalles que se mencionan las interacciones pueden generar conflictos y situaciones incompatibles, para lo cual será necesario conocerse y delimitarse, con el mero objetivo de no interferir con las tareas de otros ministerios, siempre hablando del marco interno de la reglamentación. Respecto a las relaciones internacionales habría que atender los posibles escenarios que se van a presentar al momento de implementarlas, teniendo en consideración que los puntos con mayor sensibilidad refieren a la pesca, al turismo y al tránsito marítimo, para todas estas situaciones el Estado Nacional debería estar preparada para afrontar los escenarios planificados y poder abordar los conflictos con una institucionalidad y en particular una Armada a la altura de las circunstancias.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, también conocida como FAO por sus siglas en inglés, tiene a diferentes organismos trabajando de forma independiente en la temática, entre ellas universidades de todo el mundo, siendo la de Alicante – España, una gran contribuyente a las tareas de generación de conocimiento. Los organismos que generan este conocimiento comienzan a darle forma a las AMP y funcionamiento, en la siguiente tabla se puede discriminar todo lo que es posible o restrictivo dentro de los espacios que abarca esta área.
Si bien este podría considerarse tan solo como un ejemplo, las posibilidades y negaciones van a quedar sujetas a los criterios que imponga el Estado en base a los conocimientos y necesidades que tengan sobre una determinada área. Nuevamente esto puede ser puerta de un conflicto al contraponerse con la normativa vigente de la CONVEMAR, que más adelante detallaré.
“El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza”[10] – República Argentina Para nuestra Nación el concepto “áreas protegidas” no es desconocido; de hecho tiene un total de 61 áreas protegidas costero marinas (APCM), entre las
que se encuentran parques nacionales, reservas provinciales y municipales, reservas de biósfera, este es un trabajo que lleva adelante Parque Nacionales dentro del Sistema Federal de Áreas Protegidas (SiFAP). También es de interés tener presente que cuenta con un marco jurídico que sustentan estas ideas o conceptos entre ellos, ordenanzas municipales, disposiciones, resoluciones, decretos y leyes provinciales, leyes nacionales.
Las áreas marinas protegidas, si bien comparten muchos significados y procedimientos en su creación, conservación y protección, dejan de estar bajo el velo de las autoridades provinciales y, por consiguiente, no recae en ellas las responsabilidades. Las AMP tiene un carácter nacional / federal en el que el Estado reúne el compromiso llevar adelante esta iniciativa con todo lo que ello respecta.
Las AMP son un concepto relativamente nuevo en nuestro territorio, claramente tomado de trabajos extranjero que llevan la vanguardia de la protección de los espacios marítimos en todo el Mundo. En 2013, se sancionó la ley 26.875 en el Área Marina Protegida Namuncurá – Banco Burdwood (AMPNB), ya desde diciembre de 2016, esta AMP cuenta con su propio plan de manejo. En noviembre de 2014 la Argentina sancionó la Ley 27.037 que instituye el Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas (SNAMP). La norma brinda el marco legal para la creación de áreas marinas protegidas por fuera de la jurisdicción provincial.
La nación por sí sola no tiene el poder de llevar adelante muchos de estos trabajos, por lo cual, es imperativo el trabajo multidisciplinario e inter provincial para poder afrontar estos desafíos. De aquí surgió en 2016 el documento Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas: bases para su puesta en funcionamiento, el cual se generó de forma conjunta con organizaciones no gubernamentales, personal técnico del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y de la Administración de Parques Nacionales, que describe los lineamientos para una política nacional sobre estos espacios.
La creación del área marina protegida Namuncurá – Banco Burdwood permitió aumentar significativamente el conocimiento de este espacio marino estratégico y por consiguiente los espacios por donde la Armada Argentina tendrá que poner mayor énfasis en el patrullaje y protección del nuevo conocimiento.
Previa a la sanción del sistema de AMP nacional, solo el 2,6% del Mar Argentino se encontraba protegido, ahora ese porcentaje se elevó al 11%, esto constituye el cumplimiento del primer objetivo que pone la UICN que para el 2020 se espera tener el 10% de las aguas bajo este concepto.
Nuestro estado está trabajando en busca construir una red de áreas planificadas y gestionadas como un conjunto coherente, bajo la responsabilidad de la Administración de Parques Nacionales, el cual es contribuyente a los subsiguientes objetivos que se plantea la UICN, los cuales buscan tener el 30% de los espacios marítimos bajo la carátula de AMP. Los objetivos argentinos respecto a estos espacios no son diferentes a los que plantean las organizaciones no gubernamentales, de hecho, son los mismos, ya que existe una alineación técnica. En estos se detallan que la zona a conservar promueve economías locales más sustentables, valores culturales, fortalece relaciones internacionales y la adaptación al cambio climático, entre otros objetivos. “Además de favorecer la investigación, la conservación de la biodiversidad y la protección de la estructura y función de los ecosistemas marinos australes, las nuevas áreas ayudarán a mantener ambientes
saludables que también resultan en un beneficio de actividades extractivas, como la pesca. La protección de hábitats y especies favorecerá el desarrollo de actividades económicas relevantes para la costa patagónica argentina, como el turismo basado en fauna.”[11]
Representantes del Ministerio de Ambiente, la Administración de Parques Nacionales y el Programa de la ONU para el Desarrollo en Argentina (PNUD) y a los ministerios de Agroindustria, Defensa, Seguridad y Turismo, Cancillería, Consejo Federal Pesquero, Prefectura, Servicio de Hidrografía, organismos provinciales, instituciones científicas y académicas tienen injerencia en este concepto, en la actividad de generación no solo del área, que por sí sola no sirve, sino en la creación de conocimiento, teniendo en cuenta que cada una de estas instituciones tiene su conocimiento específico que le va a dar valor a medida que se genere conocimiento alrededor de las AMP.
Las capacidades están, existen y la voluntad de desarrollarlas en el ámbito técnico y táctico se desarrollan de forma continua y permanente, es imperioso poder desarrollar una capacidad mayor que las reúna y poder converger en una planificación de magnitud estratégica y de esta forma entrar en la Talasopolítica que nuestra Nación debería tener frente a los desafíos de un país con un litoral como el que dispone.
Nota del autor:
En la segunda parte, se finalizará contemplando el derecho del mar, la norma internacional, los principios de valorización aplicados sobre las AMP, actores internacionales y las reflexiones finales para éste artículo de análisis.
*Licenciado en Administración en Recursos Navales para la Defensa.
[1] DA VINCI, Leonardo. Siglo XV. Frase atribuida.
[2] SAN AGUSTÍN- Siglo IV. Frase atribuida.
[3] BOHNSACK, James. Biólogo de investigación pesquera y profesor adjunto en la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami. El Dr. Bohnsack es el Líder del Equipo para Investigaciones de Ecosistemas y Biodiversidad en la Sucursal de Recursos Protegidos en el Centro de Ciencias Pesqueras del Sureste en Miami. Mientras era un estudiante graduado, trabajó como instructor biológico y luego director de ciencias en Seacamp, Newfound Harbor Marine Institute, Big Pine Key, FL. Después de su graduación, el Dr. Bohnsack fue becario postdoctoral en el Instituto Cooperativo de Estudios Marinos y Atmosféricos de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas hasta 1984.
[4] EEUU, Florida.
[5] ROWLEY. 1998. WWF -World Wildlife Fund- (Fondo Mundial para la Naturaleza).
[6] IUCN. 2020. Página web oficial. https://www.iucn.org/es
[7] IUCN. 2020. Página web oficial. https://www.iucn.org/es
[8] AUSTER & SHACKELL, 1997; Badalementi et al., 2000.
[9] SALM & DOBBIN, 1993, “Selection of marine protected areas” Guías para la conformación de AMP.
[10] DA VINCI, Leonardo. Siglo XV. Frase atribuida.
[11] PAMPA AZUL. Página web oficial. www.pampazul.gob.ar/argentina-cuenta-con-dos-nuevas-areas-marinas-protegidas/
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