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Geopolítica al día: Diferendo Ruso Ucraniano

El calendario marca el inicio del año. Los diciembres y eneros, suelen ser meses que actúan como límites de cierre de proyectos y, otras tantas veces, de apertura o de inicio. Pero también lo son de continuidades y, generalmente en la geopolítica, en la  politic internacional  o realpolitik,  son meses de continuidades.

Buscaré desde esta columna, mantener informados a nuestros seguidores de #EL ANALISTA, con  las noticias más importantes a nivel internacional. Cuando uno escribe sobre estas cuestiones, es complejo mantener absolutamente la neutralidad pero trataré de diagramar una suerte de boletín semanal con los principales temas de la Geopolítica, para brindarle a los lectores una síntesis semanal de la Realpolitik[1].  

Entonces puedo afirmar que esta columna, se ocupará de las principales políticas de acción de los  Estados de primer orden, que movilizan o frenan el desarrollo de otros Estados de ranking inferior;  así como de las medidas de los organismos internacionales[2] que, de algún modo, actúan como observadores neutrales, moderadores de la política real Internacional.

Entonces poniendo manos a la obra. Comenzaré con una breve reseña de lo más importante que está aconteciendo en este momento en el mundo; de cara a los, por lo menos, 24 meses que se presenta multipolar, a pesar que a los Estados Unidos no le agrade. 

El orden de importancia no es puesto caprichosamente. El conflicto, o crisis, de Ucrania es un fenómeno que afectaría directamente a casi 760 000,000 habitantes de Europa;  e indirectamente, al globo entero por las implicancias económicas que tendría un conflicto armado en el continente Euroasiático.

Conflicto Ruso Ucraniano: síntesis cronológica de una guerra que siempre esta por comenzar

Ucrania, de haber sido la República post soviética más estable desde lo económico, lo  político y lo social, se convirtió en un Estado semi anárquico en la década pasada. Se ha convertido en una zona inestable, plagada de conflictos armados y resentimientos nacionalistas, que esperemos  culminen dentro de un marco de respeto por las garantías individuales, dentro de las reglamentaciones internacionales aceptadas por  todos los estados participantes, en la Organización de las Naciones Unidas, organismo rector de la Diplomacia.

Como dije arriba en la década pasada Ucrania se convirtió en una país convulsionado y atravesado por las discrepancias internas. En esta columna  serán imprescindibles las continuas referencias no solamente a los intereses y posturas de Rusia, sino también de Estados Unidos y Europa en relación con Ucrania. El conflicto en Ucrania, y el equilibrio de intereses y poderes de las principales potencias alrededor del mismo, tiene connotaciones no solamente regionales, sino también globales, al demostrarse que la contención de Rusia se mantiene como una prioridad; en primer lugar de la política exterior de Estados Unidos y que es apoyada por una parte de los países de la Unión Europea.

Para llevar de manera sucinta un hilo que hilvane lo histórico con la actualidad, recurriré a diversas fuentes de índole histórica.

Antecedentes históricos Para entender la dimensión y el alcance de la estrategia desplegada por el gobierno ruso, ante el escenario de inestabilidad y conflicto del país vecino, se deben tomar en cuenta los antecedentes históricos de la compleja pero a la vez estrecha, interdependiente e intensa, relación bilateral que ha existido entre Rusia y Ucrania a lo largo de más de mil años, desde la creación de la Kievskaya Russ

(Rusia Kievita) en el siglo IX. El territorio conocido como Ucrania, tiene un pasado plagado de guerras y continua división tanto étnica, como territorial, política e ideológica. El pasado de Ucrania puede ser comprendido con base en la historia de varios imperios europeos, incluido el otomano. Dentro de las conquistas del Imperio Otomano se encontraba el Kanato de Crimea, cuyo territorio era ocupado por una mayoría tártara. Este territorio perteneció a los otomanos hasta el año 1774, posteriormente se efectuó la anexión de Crimea al Imperio Ruso en 1783, durante el gobierno de la emperatriz Catalina la Grande. Por ejemplo, en el caso de Crimea y las acusaciones de anexión por parte de Rusia, habría que señalar que esta península fue la base naval de la fuerza marítima del imperio ruso desde el siglo XVIII, cuando Catalina la Grande dispuso la anexión de la península al imperio ruso, luego de la victoria sobre el Imperio Otomano. Con Catalina la Grande, se emprendieron varias campañas de «rusificación» mediante las cuales se influyó de manera cultural y política a la población de Ucrania para que adoptaran las costumbres rusas,. En el lado oeste de Ucrania ha existido siempre una mayor identificación cultural, histórica e ideológica con una raíz europea occidental debido a la pertenencia de estos territorios a Polonia y al Imperio Austro-Húngaro a partir del siglo XVIII. Por el contrario, la parte oriental de Ucrania tiene un contexto mucho más cercano a Rusia a partir de su conquista por parte del Imperio Ruso tras las particiones de Polonia. Durante gran parte del siglo XIX, fueron prohibidas las publicaciones en ucraniano, así como la alfabetización en esta lengua en el territorio ucraniano. Durante los primeros años de la existencia de la Unión Soviética (durante el mandato de Lenin fundamentalmente), se llevó a cabo una política de inclusión de las etnias no rusas dentro del incipiente Estado soviético. Como consecuencia de esta estrategia multicultural del Estado bolchevique, se permitió el uso, estudio y publicación de obras en lengua ucraniana. Por el contrario, a partir de 1924 y durante el régimen de Iosif Stalin se adoptó una política de rusificación forzosa, en la que se persiguió al nacionalismo ucraniano de manera extremista y sanguinaria.

En 1954, Nikita Jruschov tomó la decisión de ceder el territorio estratégico de Crimea a la República Socialista Soviética de Ucrania.

Durante el mandato de Mijaíl Gorbachov se abrieron las oportunidades para que los pueblos y nacionalidades que formaban parte de la Unión Soviética adquirieran un espacio para defender sus intereses y preocupaciones nacionales. Así comenzó el fin del Estado soviético, al tomar fuerza las tendencias separatistas, que finalmente vencieron al régimen soviético con la desintegración de la Unión Soviética. El 20 de enero de 1991 se realizó un referéndum en Crimea en el cual la mayoría aplastante de los votantes (93.26%) se pronunció a favor de la reconstrucción de

la República Socialista Soviética Autónoma de Crimea como sujeto de la URSS y miembro del Tratado de la Unión. Esta consulta popular demostró la inconformidad de los ciudadanos con el traspaso de su territorio a Ucrania en 1954 y con la abolición en 1945 de la República Autónoma Socialista Soviética de Crimea y la creación en su lugar de la región de Crimea. Sin embargo, a finales de ese mismo año desaparecía la URSS como Estado y Ucrania y Rusia se convertían en dos países independientes, por lo que Crimea permanecería bajo el control de Ucrania.

En 1992, la Federación Rusa reclama la devolución de Crimea, a lo que el gobierno de Leonid Kravchuk se opone y le conceden el estatuto de República Autónoma. En 1997 se firma un acuerdo para que Rusia conservase la base naval de Sebastopol, y otras instalaciones militares de Crimea, por un plazo de veinte años. En 2010, con la llegada de Víctor Yanukovich, se firma un acuerdo con Rusia para extender hasta el año 2042 la permanencia en Crimea de la Flota Rusa del Mar Negro, a cambio de la rebaja en un 30% del precio del gas para Ucrania.

A pesar de que la política exterior de Ucrania, durante todo el mandato del presidente Víctor Yuschenko (2004-2010), estuvo concentrada en mantener como prioridad sus nexos con Europa y Estados Unidos, la respuesta de la contraparte, sobre todo de la Unión Europea, resultó cautelosa y denotó falta de interés hacia la profundización de los vínculos con Ucrania.

Una de las razones fundamentales de esta estrategia europea, era la falta de credibilidad del gobierno ucraniano a causa de escándalos de corrupción y vacío de poder en que se vio envuelto. Asimismo, la derrota sufrida por el partido del presidente frente a su opositor -a sólo dos años de su arribo al poder- en las elecciones parlamentarias de marzo del 2006, demostraron el rápido desencanto de la población ante el régimen de Yuschenko, lo cual provocó aún mayor cautela por parte de Europa. La Unión Europea promovió una negociación con los países post-soviéticos para buscar una solución que respondiera a sus intereses de integración, pero que no afectara sus relaciones con Rusia en la creación de la Asociación Oriental. La Unión Europea ratificó el 7 de mayo del 2009, en Praga, la creación de la Asociación Oriental, que, a propuesta de Polonia y de Suecia, pretendió profundizar las relaciones bilaterales del bloque comunitario con sus vecinos postsoviéticos europeos (Ucrania, Moldavia, Bielorrusia, Georgia, Armenia y Azerbaiyán). La propuesta de Asociación Oriental representó una manera inteligente de estrechar los vínculos con estos países, al tiempo que no se les ofrecía la membrecía inmediata ni permanente en la Unión Europea. Esto resultaba provechoso tanto para la Unión Europea como para Rusia, que no veía de buena manera la entrada de estos países en la Unión Europea.

La estrategia del gobierno de Yanukovich, mucho más cercana a Rusia que a Occidente; así como su decisión de interrumpir y rechazar de manera definitiva el proceso de negociación con la Unión Europea, y continuar adelante con el proceso de firma de un acuerdo económico, comercial y energético con Moscú, que facilitaría su posterior entrada en la Unión Económica de Eurasia, incomodaba a las autoridades comunitarias europeas. Los llamados a respetar el orden democrático, los derechos humanos de los ciudadanos y el sentir popular antigubernamental, fueron los mayores reclamos de la Unión Europea a Ucrania durante la década pasada. Estas tensiones y condicionamientos, roces que prevalecen desde hace varios años, en las relaciones bilaterales de países como Gran Bretaña, Polonia, Lituania, Rumania, Suecia, Bulgaria. Es así que, con un gobierno pro ruso en Ucrania, Moscu se mostraba vigilante. En alerta a lo que sucediera en territorio Ucraniano. Transcurrido un lustro, o poco más,  y con excesiva presencia de tropas de la OTAN en la región (que a su vez capacitan y profesionalizan a las tropas regulares ucranianas), está con un alto grado de nerviosismo que se trasmite al resto de Europa. Ucrania se mueve al son del signo político que la gobierne[3]. Sean pro rusos o pro OTAN,  Rusia por necesidad quiere erigirse en gendarme de la región. Por los ingentes intereses comerciales, le conviene una Ucrania aliada o sometida. Por su territorio, pasan los principales gasoductos que proveen principalmente a Alemania. Y a Estado Unidos, obviamente le sirve tener un gobierno pro OTAN dentro de la misma confederación Rusa, como dijo Zbigniew Brzezinski[4] que se constituiría en una verdadera cabecera de playa desde donde dominar el continente euroasiático. Es así que arribamos a la situación actual, donde Rusia y la OTAN se desconfían mutuamente. Rusia, por el despliegue de la OTAN en la región con participación activa del ejército regular ucraniano; y la OTAN, desconfía por el depligue militar ruso, en la frontera propia y en la de Bielo Rusia en Noviembre del 2021. El decir de varios analistas internacionales es que la beligerancia no llegará a las últimas consecuencias, osea, a la guerra. Pero sí se podría llegar a un escenario similar al de la Guerra Fría de los 80.

Trataremos de ir llevando semana a semana la crónica del diferendo. Realizaré en las próximas entregas, los análisis pertinentes sobre a qué sector de este mundo multipolar le conviene una guerra en corazón del continente europeo.


[1] https://elordenmundial.com/que-es-la-realpolitik/ La realpolitik (en alemán, “política realista”) es la postura que adopta un país cuando protege sus intereses nacionales de forma pragmática, considerando factores tangibles como su economía, su capacidad militar o su influencia política, y la de sus adversarios. Sin embargo, el término se utiliza sobre todo como sinónimo de la llamada “política de poder” (en inglés, power politics), que describe la actitud de un Estado que busca activamente aumentar su poder. El concepto de la realpolitik fue popularizado por la corriente de pensamiento del realismo político, que entiende la política como una lucha de poder, y se usa habitualmente para explicar las relaciones internacionales actuales. http://poder-mundial.net/termino/realpolitik/     La política “realista” o Realpolitik – el término aparece en Alemania en el siglo XIX – predica una práctica de la política centrada en el entendimiento de las relaciones de fuerzas y la prosecución del interés nacional. El autor indio Kautilya lo resume de este modo en su Arthasastra (siglo I): “Cuando uno es inferior al enemigo debe hacer la paz. Cuando uno es poderoso hay que hacer la guerra. Si estimamos que el enemigo no puede perjudicarnos mejor es quedarse quieto” (Libro VII). El concepto es por lo tanto cercano al de la política de potencia (power politics). Se opone al de la política denominada “idealista”, es decir movida por ideales más que por objetivos políticos, https://dle.rae.es/realpolitik Real Acdemia Española 1. f. Política basada en criterios pragmáticos, al margen de ideologías.

[2] Fuente: https://concepto.de/organismo-internacional/#ixzz7IzkgAfbD  Se llama organismos internacionales u organizaciones internacionales a todas aquellas asociaciones o grupos organizados cuya área de acción se extiende más allá de las fronteras de un Estado o nación y que poseen una estructura orgánica permanente, centrada en el cumplimiento de algún tipo de objetivos en torno al bienestar común.(….) Se trata de agrupaciones internacionales muy bien estructuradas, independientes de los Estados en donde actúan, y que persiguen diversos objetivos informativos, humanitarios, integracionistas, etc. Se encuentran sujetas al derecho público internacional, poseen capacidad jurídica y en algunos casos capacidad autónoma de obrar.(…) Las organizaciones internacionales pueden cumplir determinadas funciones, de acuerdo al espíritu al que obedecen y a las necesidades puntuales de sus Estados miembros, procurando siempre una acción concertada (aunque a veces unilateral) y en torno al bien común.

[3] https://www.france24.com/es/europa/20220123-rusia-ucrania-cambiar-gobierno-reino-unido

[4] El gran tablero mundial. La Supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos. Zbigniew Kazimierz Brzezinski1​ (Varsovia, 28 de marzo de 1928-Falls Church, Virginia; 26 de mayo de 20172​) fue un politólogo estadounidense de origen polaco. Fue consejero de Seguridad Nacional del gobierno del presidente de Estados Unidos Jimmy Carter (1977-1981).

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Un comentario en «Geopolítica al día: Diferendo Ruso Ucraniano»

  • Excelente, gracias por la información, seguiré de cerca los próximos posteos.

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